Y cuando menos te lo esperas,
cuando ya creíste que pasarías la página,
llega algo que nos une otra vez;
tú lo sabes, yo lo sé.
La libido se apodera de tu ser
y la energía de mi cuerpo... complementamos.
Se pasan los segundos, los minutos;
y lo único que quieres,
es que el tiempo se detenga;
y lo único que quiero, es no irme.
El reloj no espera;
pero nuestra mente aún está incierta;
Irónicamente, ¿Cuánto tiempo nos llevaría solucionar este encapsulada conexión que nos confunde?
Y ya no hay tiempo.
Nos levantamos, como si nada hubiera pasado;
anunciando el inicio del fin de nuestra complicidad.
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